A menudo se habla de las ventajas de ser natural y de seguir los instintos, lo cual está muy bien, pero, claro, ser natural es un lujo que solo podemos permitirnos una vez que el trabajo duro ya está hecho.
¿Qué hacemos si lo que nos sale de forma natural no es lo que queremos? , ¿qué hacemos si nuestro primer instinto es quedarnos con lo mejor de ese pastel tan rico que estamos repartiendo? [Leer más…]